jueves, 11 de agosto de 2011

London Town



En Reino Unido todos se quedaron sin vacaciones, y reina el mal humor, el premier suspendió las suyas y canceló las licencias de todos los policías, con lo cual éstos tampoco tendrán sus vacaciones, lo mismo para el Parlamento y el Ejército. Ya sin más bodas reales que mostrar, para tapar y entretener con el oro divino, Londres se exhibió "desordenada" y Cameron calificó de "asquerosas" las escenas de edificios incendiados y de destrozos en las calles, y como no podía ser de otra manera, el premier premió a los rebeldes violentos con la famosa “mano dura”, que en Europa es más dura que ninguna.

Luego de algunas reuniones en el Parlamento, donde con caras largas discutieron la cuestión, se dieron cuenta (algunos) que los recortes y duros ajustes que el gobierno implementó para frenar la crisis económica y financiera, generó “malestar social” por los resultados obvios que causarían estas medidas propias de un liberalismo conservador. Por otro lado, los que no se dieron cuenta (la mayoría), como Cameron, plantearon que había un “problema de cultura, no de pobreza”, por lo que la cultura salió a desmentir los dichos del premier y a desligarse del conflicto tratando de adjudicarle los problemas a la pobreza. 

Entonces, todo sucedió por culpa del descontento de muchos desempleados y jóvenes (que no distinguen el bien del mal) que habrían participado de los disturbios, que además se extendieron a otras ciudades, con lo cual no se descarta, desde el gobierno, desplegar al Ejército, imponer toques de queda y hasta tirar a matar.

¿Qué podemos hacer para acabar con los disturbios?, fue la pregunta clave en la reunión del Parlamento, pero la respuesta llegó antes: La represión. Lo que pasa es que no alcanza tan poca represión, parece que los rebeldes que incitan a la violencia necesitan un buen susto, o sea, más represión. El premier aseguró que “el contraataque ya comenzó”,  además necesita urgente un éxito, ya que su imagen ha decaído en los últimos meses, con lo cual este desorden lo desprestigia aun más, y esta sobre-exigido porque parece que el resto de la sociedad se siente insegura.

Los medios tampoco tuvieron otra alternativa que mostrar “la violencia desatada tras el crimen de un joven de color”, aunque nunca hay tiempo para el análisis, por lo que únicamente se mostró el espectacular fuego que visitó los hermosos edificios de Londres. Por lo general en un país del primer mundo la gente se comporta como gente civilizada, es por eso que estos desordenes para muchos medios son “inéditos” e “inesperados”. ¿Cómo puede ser que ocurra algo así en una ciudad tan ejemplar?, son los misterios de la vida.

Por otra parte y para finalizar, cuando hablo de medios, me refiero a los medios de Argentina, no me quiero meter con Cameron, que quedó en el ojo del huracán por su proximidad con el imperio mediático de Rupert Murdoch, quien ya todos conocemos mas o menos y sabemos que hizo mas o menos. Cuando hablo de rebeldes me refiero a los insolentes y mal educados, pero intento no ser tan cruel al nombrarlos, ya que si bien son violentos, son los más perjudicados. Cuando hablo de un liberalismo conservador me refiero a que cada vez que haya una crisis y una deuda bastante grande, el presupuesto destinado a los gastos públicos y sociales, será RECORTADO.


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