Los
usuarios no son personas, no es lo mismo un usuario que publica lo que quiere en
determinada red social, que una persona que manifiesta lo que quiere en la
calle. No es lo mismo la calle, que una red social. Aunque lleven consigo el
mismo cuerpo, usuario y persona tienen sus diferencias.
En el universo paralelo, en Internet, el usuario es anónimo, es alguien que
esta pero no esta. Y eso le da poder para expresarse sin poner el cuerpo, que
esta detrás del monitor, relajado, tranquilo. Poder que a la vez le da
seguridad al usuario para decir lo que quiera y mostrarse como quiera, pero no
tal cual es. Representarse a si mismo a través de fotos u opiniones resulta más
cómodo y menos arriesgado, que levantar el culo del asiento para salir a la
calle.
Pero, ¿Qué sucede cuando estos usuarios deciden ser personas y salen a las
calles porque se sienten respaldados por un malestar generalizado, que a su vez
les de el poder que pierden al abrir la puerta?. Porque toda la estructura que
montaron de si mismos, cuando salen a las calles se derrumba, porque ya no son
anónimos, y se sienten inseguros, y dicen de todo, entonces nada, y se pierden
en el todo, y terminan en la nada.
Pero de todas formas deciden salir, se organizan entre los grupos virtuales
y salen. Salen también impulsados por algunos medios, que curiosamente,
reproducen a diario los mismos deseos y exigencias que estos usuarios. Pero
esta vez, los que organizan son los usuarios, los “autoconvocados”, que están
furiosos, como algunos medios, que esta vez, solo se encargan de la propaganda
y del montaje audiovisual de la protesta.
Además, los usuarios, por lo general no tienen tiempo, saltan de una
ventana a la otra y no pueden detenerse a pensar ni siquiera un momento. Y el
que no piensa, no argumenta, solo se atreve a repetir lo que “se dice” a través
del odio, y el odio tampoco piensa, ni argumenta, esta vez, no por tiempo, sino
por odio nomas.
En
cambio las personas, que no son usuarios, se animan, por lo general, al cara a
cara, o a dar la cara. Porque pasan más tiempo en la calle que en la red social,
y porque tienen más tiempo; algunos se detienen, piensan, argumentan, entonces
los usuarios desaparecen en el aire como si nada, como si aquellos fuesen un
grito que dura un segundo, y nada mas. Después del odio no hay proyectos, no
hay ideas, es tarde y quieren volver a casa a poner el culo en el asiento, otra
vez. Quieren volver al universo paralelo que les da todo lo que la calle les
quita. El día nueve, nada ocurre, solo algunas repercusiones decorosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario