La única vez que invadieron Estados Unidos en su territorio, fue el día en que cayeron las Torres; en todas las pantallas del mundo, en todos los idiomas, en todos lados. Todos vimos lo mismo y hablamos de lo mismo. Hubo casi tres mil muertos, y diez años después supera el millón, pero ya no en territorio estadounidense. La seguridad ha aumentado abruptamente en ese país pero el miedo también, que no es un problema para quienes gobiernan, sino un beneficio.
Para Bush, fue un atentado necesario y la excusa perfecta para encaminar su lucha contra el “terrorismo”, ahora el nuevo enemigo (Al Qaeda). Alimentado por la siempre demandante industria armamentista, el Presidente inventó dos guerras; primero la de Afganistán, donde se encontraba el líder de la organización terrorista, Bin Laden (y la flor de la Amapola). Finalmente y luego de diez años buscándolo, consiguieron asesinarlo y tirarlo al mar. Fue noticia en todo el mundo, y fue revelada (por cadena internacional) por el actual Presidente Obama (premiado con el Nobel de la Paz con dos guerras encima), quien anunció que se había hecho justicia.
Ya habían bombardeado tanto aquel paisito que decidieron ir por más; la segunda guerra, que fue la de Iraq, nacida de una mentira también necesaria (¿Dónde están las armas de destrucción masiva de Saddam Hussein?), pero siempre en nombre de la democracia, y que comenzó como un gran espectáculo que los medios mostraron y festejaron mientras demonizaban al Islam. Después de algunos miles de muertos, encarcelaron a Saddam Hussein y lo ahorcaron sin juicio previo. La crisis del petróleo por fin llegaría a su fin, y así retornaría la estabilidad económica gracias a las nuevas relaciones con aquel país devastado.
Una década después Estados Unidos estuvo al borde de caer en default, lo que hubiera sido una humillación para la superpotencia. Aunque jamás lo hubiera permitido, la crisis financiera resulta imparable; según cálculos del Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, cada estadounidense, además de sufrir un desempleo de casi el 10% y las pérdidas de sus casas por bancarrota, tuvo que aportar un total de 17 mil dólares para sufragar el “sueño unipolar” de Bush.
Vale aclarar que las invasiones continúan, y continuarán. Las torturas en las cárceles de Guantánamo también. Los soldados y civiles muertos, también. Hay una frase sobre el país que invade otros países que dice: “En Estados Unidos no son capaces de cruzar una avenida para votar, pero cruzan un océano para defender la democracia”.
Detalles:
De la flor de la Amapola nace la Heroína.
En libia también hay petróleo.
Irán se encuentra entre Afganistán e Iraq.
EEUU en Colombia tiene 7 bases militares.
En México también.
Después del petróleo viene el agua.
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