viernes, 21 de octubre de 2011

¿Quién mató a Mariano Ferreyra?



Con evidentes reminiscencias a la emblemática obra de Rodolfo Walsh –¿Quién mató a Rosendo?–, el periodista Diego Rojas llevó a cabo este valioso documento periodístico. Una investigación en tiempo real, que superó incluso a la velocidad o el alcance de la Justicia. ¿Pero qué lo llevó a sumergirse en el ríspido mundo de las mafias sindicales y los barrabravas? “El asesinato de Mariano Ferreyra provocó una conmoción social a la que no fui ajeno. La persistencia de la violencia política, a través del asesinato de los qom en Formosa y de los ocupantes del Parque Indoamericano en diciembre, me hicieron pensar que el oficio periodístico podía ayudar a comprender esos crímenes políticos si investigaba el de Ferreyra”, explica Rojas.
La investigación, minuciosa y emocional, repasa los hechos de aquel 20 de octubre, los relatos y confidencias de los seres más cercanos al militante asesinado y, como exclusivo dato, la única entrevista que concedió José Pedraza luego del crimen. Rojas detalla que, “a través del libro, él cree que el Estado no reprime sino a través de patotas sindicales, integradas también por barrabravas, como Cristian Favale, que disparó la bala fatal. Infinidad de casos demuestran un método. Un año después, en el sur la Uocra (Unión de Obreros de la Construcción) sigue atacando opositores con su patota”. Su trabajo le valió el reconocimiento de organismos y colegas, pero también el llamado para ser testigo en el juicio del año próximo. A la espera del momento, Rojas asegura que “la esperanza de justicia sigue vigente”.
Fuente: Página/12

miércoles, 5 de octubre de 2011

Latinoamerica


Latinoamérica ya no es la que era, probablemente el sentido de pertenencia alguna vez perdido, el hartazgo cosechado, el deseo entrañable y la esperanza nunca ausente, hayan sido fundamentales para que estas tierras empiecen a caminar solas, otra vez, con sus pueblos, sus músicas, sus pinturas, sus danzas… en fin, con sus todo lo que sean y pueden ser. Sin necesidad de otros, sin necesidad de esos, a los que no les interesan nuestras culturas, costumbres y sociedades diversas, sino que lo único que quieren son nuestras riquezas.

¿Existe un cambio de época?, en verdad existen nuevas estructuras de poder, existe un nuevo rol del Estado, existe un pueblo más comprometido y presidentes que se les parecen, existe un rumbo distinto, parecido a aquel que nos recuerda a nuestros libertadores. Ya no queremos saber nada con las corporaciones transnacionales y las agencias financieras internacionales. Ya no queremos que nos digan qué debemos hacer y qué no.

En estas tierras, durante mucho tiempo, los pueblos fueron oprimidos y reprimidos por las distintas dictaduras que ocuparon el continente. Dictaduras apoyadas por los EEUU, que torturaron y desaparecieron muchisimas personas, y creyeron haber borrado de nuestras mentes y corazones aquellas ideas locas de libertad y revolución. Además de la solidaridad, la confianza y la esperanza que mueve a los pueblos, y que los esta moviendo nuevamente.


En estas tierras, también, se impuso un modelo a seguir, el modelo del Consenso de Washington. Las reglas del juego estaban sobre la mesa, solo había que jugar, y así sucedió. La economía, o mejor dicho, los intereses de los sectores dominantes y del gran capital financiero, eran los que tomaban las decisiones políticas. Para que esto ocurriera hubo un Estado muy presente y activo en este proceso gobernado por los llamados “neoliberales”.

Se logró, desde los medios de comunicación (Atados al poder), establecer en la sociedad una mirada pesimista del Estado y sus roles. Era incapaz, ineficiente, corrupto, deudor. Con ese pretexto, el único remedio para curar al enfermo, era matarlo, y lo vaciaron, lo enterraron, pero no murió. Se privatizaron, en la mayoría de los países, los servicios del Estado y las empresas que generaban pérdidas porque alguien se robaba las ganancias.

Pero todo eso, que comenzó con las dictaduras, y se fortaleció en los 90´ con la “política de espectáculo”, de a poco esta cambiando en cada país a su manera. Y cada país está más amigo de su país vecino. Y por eso la oposición al ALCA (invento de Bush padre); y por eso el ALBA (Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América); y por eso la UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas). Y por eso el Banco del Sur y tantos acuerdos más... ¿Qué opinión tendrán los Estados Unidos?, ¿Les gustará este “Cambio de Época”?...